“La rastreadora” de Antonio Lagares es la historia de Élyran, una mujer que es capaz de adentrarse en la mente de las personas, hasta lugares que ni ellos mismos sabían que podían tener. Pues aunque la mente humana es todo un misterio para científicos e investigadores, e incluso para nosotros mismos, ella sabe como adentrarse para conocer los mayores secretos.
Pero en esta ocasión Élyran tiene una misión en concreto: adentrarse en la mente de Miguel, un vagabundo que vive a los alrededores de una iglesia. En esta novela sabremos si Élyran podrá rastrear la mente de Miguel tan bien como lo hace con el resto de personas, un mundo perdido tras las negaciones que nos llevarán a través de la introspección a lugares remotos de la memoria de Miguel para reconstruir el crimen pasado de su hermano.
La forma en la que Lagares utiliza elemento psicológicos para crear una historia que pondrá al lector al filo del horror, es genial, durante el relato estaremos inmersos en el confuso y perdido mundo interior de Miguel y a través de los ojos de Elyran iremos encontrando la luz al final del túnel. Un thriller Psicológico que causa un conglomerado de emociones que transforma la lectura en una inquietante adicción.
Booktrailer del libro La rastreadora de Antonio Lagares
Acerca del autor Antonio Lagares
Nació en Utrera en la provincia de Sevilla, aunque más de 18 años vivió en San Fernando, Cádiz. Sevilla sangre y corazón canalla.
Calificado como buen estudiante y sobre para el lenguaje y la literatura, tal vez por eso me dedico a escribir. Nunca pudo terminar nada en el campo literario, y por esa razón tuvo que trabajar en varios otros oficios para devengar un salario digno.Estuvo en contra del sistema de camaradería, de la palma y los tiradores, y esta manera de pensar, piensa que los viajes de la vida no pueden ser tan Altos por que eventualmente las puertas se cierra En esta sociedad, algunas personas antes de escribir su primer libro, ya es famosa como escritor. Y por supuesto, quien después de escribir diez libros ya ha perdido el interes de los lectores.
En este punto de la vida, escribo porque es una necesidad vital para mí, no para que otros me conozcan. Aunque idealmente es un compendio de ambos.