“La playa de los ahogados” de Domingo Villar comienza cuando un cadáver aparece en una playa gallega. El hombre es Justo Castelo, un marinero, que sino llega a ser por las circunstancias de su cuerpo, estaba atado, todos habrían pensado que el mar se había llevado una vida más. El inspector a cargo del caso es Leo Caldas, que tiene que introducirse en una comunidad de marineros, donde nadie quiere hablar, ni decirle qué creen que pasó, pero cuando lo hacen es para dejar a Leo sorprendido. Además, la vida de Leo pasa por un mal momento, tiene un familiar enfermo y su programa en Onda Vigo cada vez se le hace más cuesta arriba, mientras que Rafael Estévez, su compañero, en vez de adaptarse al trabajo, es cada vez más rebelde.
El inspector Leo Caldas. Un policía primero, también un hombre con un anhelo para su novia distanciada, lazos cercanos a su tío enfermo, y una relación fuerte con su padre envejecido. Lo más interesante es que, a través de esas relaciones, Caldas tiene una manera de conectarse con el pasado. También es un jefe con un subordinado difícil de manejar. Estevez es, para decirlo suavemente, un poco de un cañón suelto. Un hombre carente de sensibilidad. De alguna manera el taciturno, y muy sensible Caldas, y el fuego Estevez encajan para trabajar juntos, aunque el sentido de exasperación y confusión en ambos hombres está siempre presente.
La historia se establece en una hermosa parte de la costa, en un pequeño pueblo en el que las relaciones y las lealtades se remontan a muchos años, y hay secretos en muchos lugares oscuros, es un libro bastante sombrío, y aunque hay partes del libro que son más oscuras y restringidas, también hay encantadores toques de humor y humanidad. Hay un anhelo en Caldas que no es triste, es esperanzador, hay alegría en la forma en que su padre se acerca a la enfermedad de su hermano, y la relación entre padre e hijo está muy bien retratada.
Caldas y Estévez caminan por los carriles y las calles de los pequeños pueblos, se pasean por los barcos de pesca, se paran en la arena, comen en los cafés, hablan con la gente y notan las inconsistencias. No hay inteligencia de alta tecnología o forense y no una sola antorcha solitaria a la vista. Lo que hay, sin embargo, es una parcela bien plausible, poblada por algunos personajes excelentes que te invitan a su mundo para vivir su historia.
Booktrailer del libro la playa de los ahogados de Domingo Villar
Acerca del autor Domingo Villar
Domingo Villar vive en Madrid, donde trabajó como guionista de cine y televisión. Con su primera novela, Ojos de Agua (2006, 6ª edición en 2009), ganó el premio Fray Martín Sarmiento (otorgado por los lectores de los alumnos de Galicia) y, con su traducción al español (Editorial Siruela), primas de Syntagma y la brigada 21. también fue finalista en dos categorías de los Premios suspense de delitos en Gran Bretaña. Publicado en doce países, la primera novela protagonizada por el inspector Leo Caldas es uno de los libros más vendidos entre los lectores de Galicia.