Una novela que te tocará el corazón y a pesar de que parece una lectura sencilla, puede tocar fibras sensibles y despertar sentimientos. María Martínez se atrevió a contar una historia de amor propio en La fragilidad de un corazón bajo la lluvia.
Darcy creía pensar que tenía el control de su vida. Cuando llegó a Tofino, sintió que había llegado a un lugar cálido donde por fin podía ser feliz.
En ese lugar encontró la amistad de Eliza y el amor de Andrew. Estudió Bellas artes, porque le apasionaba la idea de poder ser una artista profesional y vivir de ello.
Todo marchaba según el plan, ya tenía cuatro años de relación con Andrew y estaban comprometidos. Trabajaba como becaria en una empresa donde podía hacer sus propios diseños, aunque no tenía el crédito que merecía por ellos.
Pero lo que parecía ser un martes cualquiera se convirtió en el fin de la vida como la conocía. Solo basta un día para que todo lo que tienes seguro en la vida se vuelva cenizas. Fue un día de diciembre cuando Darcy decidió huir de esa realidad y de Tofino.
Huyo con los pedazos de un corazón roto y sin rumbo fijo. Lo único que quiere es borrar los recuerdos de su vida pasada y sanar sus heridas.
Sin quererlo, sus pasos la llevan al inicio de todo. A veces hay que destruir todo lo que se conoce para renacer de los cimientos y ese es el camino de Laura para salvarse.
La autora de las series Almas oscuras y Cruzando los límites, cuenta una nueva historia autoconclusiva. Llena diversos escenarios como Canadá, Nueva Zelanda, Italia y Polonia.
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