Edmond Dantès acaba de volver de Marsella, gracias a su labor allí va a recibir el puesto de capitán, promocionando así en su carrera. Además, pronto se casará con una bella española llamada Mercedes. Sin embargo, su felicidad y éxito es envidada por sus amigos, en concreto por Danglars, el jefe de cargamento, que quiere el ascenso de Edmond; y Fernando, primo de Mercedes que está enamorado de ella en secreto y no quiere se celebre el futuro matrimonio. Así, el día de su esperada boda, Edmond es apresado, pues se le acusa de ser bonapartista. La denuncia se había hecho a través de una carta anónima. A través de esta estratagema Edmond es enviado indefinidamente al Castillo de If.
Los lectores generalmente piensan en esto como un cuento de venganza. Para mí, fue mucho más profundo. No soy una persona religiosa en absoluto, pero para mí este es un libro que te hace cuestionar la existencia de Dios o un dios. Edmond Dantes no tiene defectos, es una persona verdaderamente buena, y su vida está arruinada porque a) otros le envidian y b) fue víctima de una desafortunada coincidencia.
Incluso cuando se escapa de la prisión y encuentra un tesoro monumental, es años antes de que encuentre la paz (no creo que alguna vez encuentra la felicidad).
Las preguntas que se plantean son: ¿por qué las buenas personas a menudo son castigadas por tragedias horribles cuando las personas verdaderamente malas son tan a menudo capaz de flotar a través de la vida con todas las recompensas que este mundo puede otorgar?
La otra pregunta: Dantes pasa gran parte de su vida después de la prisión en busca de la gente que se lanzó a la mazmorra – no para vengarse, sino para castigarlos. Él cree que es el ángel de Dios y que ha sido liberado de la cárcel para poder hacer la voluntad de Dios castigando a estos hombres malvados.
Pero a medida que avanza en su búsqueda, comienza a preguntarse si cualquier hombre puede ser realmente el ángel de Dios, ya sea un signo de manía o incluso de locura para pensar que posiblemente puede saber cuál es la voluntad de Dios.
Al final, el mal es castigado, y es a causa de las ruedas que Dantes pone en movimiento. Pero no creo que él sea capaz de saber si es sólo otro hombre que busca arruinar a otros hombres, o si es de hecho el ángel de Dios. Es una pregunta que, como periodista, trato de recordar siempre: no somos ninguno de nosotros el ángel de Dios. Todo lo que podemos hacer es tratar de vivir la mejor vida posible y no decidir quién merece ser castigado o incluso arruinado.
Booktrailer del libro El conde de Montecristo de Alejandro Dumas
Acerca del autor Alejandro Dumas
Dumas Davy de la Pailleterie, escritor francés, más conocido por sus numerosas novelas históricas de gran aventura que le han convertido en uno de los más leídos Autores franceses en el mundo. Muchas de sus novelas, incluyendo El Conde de Monte Cristo, Los Tres Mosqueteros, El Hombre de la Máscara de Hierro, y El Vicomte de Bragelonne fueron serializados. Dumas también escribió obras de teatro y artículos de revistas, y fue un prolífico corresponsal.