Claudia Piñeiro ahonda en las relaciones familiares y crea una trama en donde un crimen cambia por completo a una familia y la sumerge en el dolor. Catedrales es una de esas historias que te engancha y no puedes dejar de leer con un mensaje que invita a reflexionar acerca de la estructura social actual.
La historia comienza treinta años atrás cuando es encontrado en un terreno abandonado el cadáver de una joven descuartizado y quemado. Su nombre era Ana y era la menor de tres hermanas. Era una joven risueña que soñaba con el amor. Provenía de una familia convencional de clase media y católica.
El crimen quedo sin respuestas ni culpables. Al cabo de un tiempo cerraron la investigación y eso dejo un gran vacío para los padres de Ana, su hermana Carmen y Lía que desde el momento de su muerte se declaró abiertamente atea. Después de la muerte de Ana su familia se fue desquebrajando.
Han pasado muchos años desde ese suceso, pero gracias a la insistencia de un padre amoroso que no se rindió la verdad sale a la luz. Sin embargo, hay veces las verdades son más dolorosas que la propia muerte.
La verdad revela horrores que se cometen en el nombre del bien y se esconde detrás de una máscara de rectitud. Se descubre que tan doloroso es el silencio de los temerosos y los indiferentes. Además de que demuestra que tan solitario puede ser el camino de las personas que deciden no seguir esquemas heredados.
Catedrales invita a los lectores a pensar que cada uno tiene su propia catedral. Es una estructura que sostiene nuestra identidad, ética, ideología y valores propios. Es en ese momento cuando construimos nuestra propia catedral renace todo dentro de nosotros.